Era sin duda la etapa mas corta de toda la ruta, apenas 300 km nos separaban de
Lisboa, ilusión me hacia a mi cruzar el
jodio puente. Alguno pensó en cambiar sus motos por alguna clásica Portuguesa
Boss Edittion, claro comparamos eso con
Yamaha y pasa lo que pasa.
El tráfico seguía siendo igual de malo, y las chicas de los peajes dignas de un anuncio de conocida marca de desayunos con fibra (si no pagan no las patrocino), era increíble ver las pegas que nos ponían para pagar todos los peajes con la misma tarjeta, en España ninguno.
Volviendo al capitulo de agradecimientos, esa policía Portuguesa que aun sin tener pajolera idea de donde estaba el hotel, nos hizo de guia para dejarnos después de 20 minutos siguiendo una moto que tiraba mas aceite que el
Prestige en la misma calle donde le preguntamos la primera vez. Espectacular la cara de
Fran "Este tío no tiene ni puta idea".
Pedir disculpas a la empresa
Pizza Hut por reventar la
promocion de
buffet libre, no saben con quien se juegan los cuartos.
4 Noches durmiendo juntos, al final el amor tiene que salir por
algún lado, todo el viaje
dándose abracitos y
besitos...
Después de un par de vueltas, unas
cañitas con susto y sorpresa incluidas, continuamos la
rutita andando por
Lisboa,
ciudad bonita
tambien. La hospitalidad de los vecinos Portugueses la comprobamos cuando nos
ofrecían todo tipo de recuerdos de la ciudad, costo,
mariguana etc...
Inclusive nos llegaron a ofrecer una degustación a la que por supuesto declinamos (somos
tíos sanos y deportistas).
Esta foto sin evitar me recuerda al capitulo de los
Simpson en el que
Hommer se lleva el coche anclado de esta guisa.
La foto golfa no
podía faltar, y eso que
íbamos de bromuro hasta las trancas ni una
erección en 7
días yo ya estaba preocupado.
Eso no es un litro de cerveza papa solo son 900
ml. Y como
crujian las copas al brindar.
Los bares
guays de la ciudad usaban de reclamo inteligentes chicas universitarias, vamos eso como en España. Por motivos que no se puede narrar
aquí Antonio no aparece en la foto con una de las chicas.... Cosas de brujas.
Sin duda uno de los mejores sitios, entrada libre y un
tío que tocaba la guitarra de forma espectacular, e imitaba a los grandes, la verdad disfrutamos todos mucho de esa noche.
Volviendo al capitulo de agradecimientos, esa policía Portuguesa que aun sin tener pajolera idea de donde estaba el hotel, nos hizo de guia para dejarnos después de 20 minutos siguiendo una moto que tiraba mas aceite que el Prestige en la misma calle donde le preguntamos la primera vez. Espectacular la cara de Fran "Este tío no tiene ni puta idea".
4 Noches durmiendo juntos, al final el amor tiene que salir por algún lado, todo el viaje dándose abracitos y besitos...
Después de un par de vueltas, unas cañitas con susto y sorpresa incluidas, continuamos la rutita andando por Lisboa, ciudad bonita tambien. La hospitalidad de los vecinos Portugueses la comprobamos cuando nos ofrecían todo tipo de recuerdos de la ciudad, costo, mariguana etc... Inclusive nos llegaron a ofrecer una degustación a la que por supuesto declinamos (somos tíos sanos y deportistas).
